lunes, 7 de abril de 2014

PASEO POR LAS ESTEPAS DE TORREJÓN DE VELASCO (MADRID)


El 23 de marzo dimos a un paseo ornitológico por las estepas cerealistas de Torrejón de Velasco (Madrid) organizado por el grupo SEO/Vanellus. Se trataba de observar las especies de aves asociadas al ambiente agrario, es decir, aves esteparias. Especialmente queríamos ver avutardas (Otis tarda), que por estas fechas comienzan a realizar sus espectaculares cortejos en los que los machos se pavonean ante las hembras formando con las alas y el cuerpo una especie de bola mientras ejecutan una serie de movimientos que se conocen como “hacer la rueda”. Otro de los objetivos, y este lo logramos nada más llegar al pueblo, eran los cernícalos primillas (Falco naumani).

Castillo de Torrejón de Velasco


















En pleno centro urbano de Torrejón de Velasco se haya una importante colonia de este pequeño halcón migrador ubicada en las ruinas del castillo de Puñonrostro, del siglo XV. En el año 2003 se colocaron nidales artificiales en forma de vasijas de barro repartidas por el castillo y algún otro tipo de nidal con el fin de favorecer la reproducción de esta rapaz. Desde entonces, la evolución de la colonia ha ido hacia arriba llegando a contar con 50 parejas reproductoras y a ser una de las más importantes de la Comunidad de Madrid.


Cartel informador



















Hembra de cernícalo primilla (Falco naumanni)




















A primera hora de la mañana se ven volar y posarse continuamente a estas aves en los derruidos muros del castillo, antes de emprender el vuelo al campo abierto en busca de comida.


 
Nidal artificial para primillas con diseño en forma de vasija


















 
Un macho de primilla junto a un nidal



















Paloma bravía (Columba livia), especie que parece convivir bien con la colonía de cernícalos




















La ruta discurrió por una red de caminos agrícolas que bordean campos de cereal y en algún tramo de olivar. A cierta distancia del pueblo divisamos un grupo de machos y hembras de avutarda, algún ejemplar de milano real y negro, ratonero, aguilucho, etc. No vimos alcaraván, gangas ni otras esteparias, también se echaron de menos alondras (Alauda arvensis), calandrias (Melanocorypha calandra) y cogujadas (Galerida cristata). No se si se vio alguna, pero pocas en cualquier caso.























El grupo de participantes


















 
Avutardas (Otis tarda)



























El programa SACRE de seguimiento de aves, iniciado por SEO/BirdLife en 1996, revela un declive poblacional de las aves esteparias en general. Alondras, calandrias y cogujadas,  aves que no hace muchos años eran frecuentes en la campiña cerealista, hoy son escasas, llegando a faltar allí donde antes eran representativas del paisaje agrario. Esta tendencia negativa comienza hace 50 años, por los años 70, cuando se inicia la profunda transformación del medio agrario; la causa principal parece tener que ver con la intensificación agraria.

Cogujada común (Galerida cristata)














 
Tierras dedicadas a cultivo



















La modernización de la maquinaria agrícola permite labrar las tierras con mayor frecuencia y menor esfuerzo. Los fertilizantes inorgánicos evitan el agotamiento de la tierra, y permiten encadenar cultivos y reducir la superficie de barbecho y rastrojo que antes se dejaba sin labrar de un año a otro para que la tierra recuperase nutrientes después de ser cosechada. Superficies que desempeñan un importante papel en la ecología de estas aves. Además, la moderna maquinaria agrícola permite arar más profundo y eliminar la vegetación herbácea y sus insectos asociados, en especial los ortópteros, de los que parece son bastante dependientes los aláudidos durante el periodo reproductor.


Charca utilizada como abrevadero




















A lo anterior hay que sumar el uso frecuente de insecticidas, herbicidas, prácticas de pastoreo, eliminación de linderos, etc. Con el regadío ha aumentado la superficie dedicada a cultivos como la remolacha, regándose incluso cultivos tradicionalmente de secano, como la cebada, si es necesario compensar la falta de lluvia. 

Conejo junto a una madriguera



















La disminución de efectivos de estas aves parece más relacionada con estas prácticas agrícolas que con la concentración agraria, que eliminó la excesiva fragmentación del terreno cultivable concentrando el gran número de parcelas  independientes pertenecientes al mismo propietario, en parcelas únicas de mayor extensión.



Mochuelo común (Athene noctua)















Alondras, calandrias, cogujadas y terreras son, sin duda, merecedoras del título de ave del año como ya lo fueron: un miembro de esta familia, la alondra ricotí (Chersopilus duponti), en 2006, la avutarda (Otis tarda) (2004), el cernícalo primilla (Falco naumanni) (1993) y el mochuelo europeo (Athene noctua) (2011), ave esta muy ligada también al medio agrario y en franco declive por las mismas circunstancias, y cuya inconfundible silueta, rematando el perfil de muchos de los tejados de nuestros pueblos, se hace cada vez más rara. Este año le ha tocado a la golondrina común.  

Fuentes:



Suarez, F., Hervás, I. y Herranz, J. 2009. Las alondras de España peninsular. Organismo Autónomo Parques Nacionales.
Sanz-Zuasti, J. y García, J. 2006. Las aves esteparias en Castilla y Leon. Distribución, población y tendencia. Junta de Castilla y Leon. Consejería de Medio Ambiente.














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