martes, 6 de abril de 2021

Buscarla unicolor (Locustella luscinioides)

Primeros días de abril en Miralrío, pequeño humedal a las afueras de Velilla de San Antonio, al sureste de Madrid. La laguna se llena de un extraño sonido que parece venir de muchos sitios a la vez. ¿Qué o quién lo produce?, ¿de dónde proviene? Es un sonsonete monótono en tono bajo formado por estrofas largas, a veces de más de 30 segundos de duración: trrrrrrrrrrrr!, que podría atribuirse a un insecto o incluso a un artefacto mecánico. Con paciencia quizá acabemos descubriendo a la criatura que lo emite: un ave de plumaje poco destacado que encaramado a una caña lanza ese extaño sonido mientras mueve la cabeza de un lado al otro. Es la buscarla unicolor (Locustella luscinioides), un pequeño migrante transahariano que hasta no hace mucho se incluía en la familia Sylvidae y actualmente se integra en la familia Locustellidae (Lista de Aves de España 2019).
Es un ave de hábitos discretos, sin embargo fácilmente detectable por su característico canto que emite en muchas ocasiones desde un posadero alto. Al cantar, suele mover la cabeza hacia los lados dando la sensación de que el sonido proviene de lugares diferentes.

Este pájaro pasa la mayor parte del tiempo oculto entre la vegetación palustre, desde allí canta y lo hace muchas veces al descubierto. Construye el nido muy cerca del agua y el tamaño de la puesta varía entre cuatro y cinco huevos.

La buscarla unicolor inverna en zonas de África ecuatorial y regresa a sus áreas de cría en Europa a partir de marzo, abandonándolas en agosto-septiembre.
Hábitat típico de la buscarla
Característica postura de canto