El río Bajoz
es un pequeña corriente que nace en las inmediaciones del municipio
vallisoletano de Castromonte y discurre por la comarca de los Montes Torozos
hasta desembocar en el río Hornija, encontrándose con él muy cerca del Duero,
ya en tierras zamoranas. La comarca de los Torozos se extiende de noreste a
oeste de la provincia de Valladolid, hasta el mismo límite con la provincia de
Zamora. Limita al norte con la comarca de Tierra de Campos, al sur con la del
Vino y al este con la Campiña del Pisuerga. Separa asimismo las cuencas del
Duero, al sur, y la del Sequillo, al norte.
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Palomar en Castromonte |
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Restos de antiguo palomar (Castromonte) |
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Cola del embalse de la Espina |
Al poco de dejar atrás el pueblo de Castromonte, el río Bajoz se remansa en un pequeño embalse, el de La Espina.
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Embalse de la Espina |
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El embalse desde las cuestas |
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Salida del embalse. Un pequeño desagüe permite que el río prosiga su curso |
La incisión producida por el río en la dura capa caliza que culmina
todos estos páramos, dio origen a un pequeño valle que se abre paso entre las
mesetas o altiplanicies tabulares que constituyen el particular relieve de los
Montes Torozos.
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Escarpe calizo |
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Vallejo de Sobravíos |
El río en su
avance hacia el suroeste deja a sus márgenes, en sus primeros kilómetros de
recorrido, estrechas franjas de cultivo que enseguida se topan con las laderas
o cuestas de los páramos, nombre que reciben los altiplanos característicos de
este paisaje. Más adelante, en el municipio de Mota del Marqués, el valle que
ha ido ensanchándose, prácticamente desaparece entrando el río en terreno
abierto; al dejar atrás el pueblo de Casasola de Arión, vuelve a encajarse en
una pequeña vega.
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Valle del Bajoz |
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Valle del Bajoz |
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Poblado de la Espina |
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Sotos del Bajoz |
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Detalle del río Bajoz |
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Cultivos junto al río |
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Cauce del Bajoz |
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Vegetación que acompaña al río |
En la zona de
La Espina, las cuestas y parte del páramo están repobladas con pino piñonero (
Pinus pinea) y pino carrasco (
Pinus halepensis). La
encina (
Quercus ilex ballota) ocupa también cuestas y páramos. En las zonas más extensas y espesas de monte, como el
monte de La Espina y alrededores del embalse, se encuentran buenas manchas de
quejigos (
Quercus faginea) entremezclados con pinos (
Pinus pinea).
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Pinar |
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Procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa) |
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Monte de quejigo |
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Quejigo (Quercus faginea) |
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Quejigar |
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Típicas agallas sobre Quercus faginea |
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Hierba pincel (Staehelina dubia) |
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(Staehelina dubia) |
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Lonicera etrusca (madreselva etrusca) |
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Lonicera etrusca |
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Lonicera etrusca |
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Encinar |
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Pinares en el entorno del embalse de la Espina |
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Cabecera del valle del Bajoz |
La vegetación arbustiva
de mayor porte está muy bien representada por endrinos (
Prunus espinosa)
, majuelos (
Crataegus monogyna) y zarzas (
Rosa y
Rubus sp.),
estas últimas forman
en algunos
lugares densas marañas prácticamente impenetrables, apareciendo como orlas de
las masas de arbolado y en el interior de las mismas; también formando setos en
bordes de parcelas y caminos. En los lugares más umbríos y con suelos más
húmedos, puede encontrarse alguna especie de enredadera
(Hedera sp). Junto al río
crecen chopos (
Populus alba), sauces (
Salíx sp.) y Olmos (
Ulmus
sp.)
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Endrino (Prunus espinosa) |
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Endrino |
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Frutos de endrino |
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Zarzamora |
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Jara estepa (Cistus laurifolius) |
En primavera
y verano es cuando mayor número de especies de aves encontramos aquí. En esta
época hemos detectado más de 60 especies con mayor o menor representación, casi
todas reproductoras en el área descrita. Damos cuenta de las más
significativas.
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Vegetación densa junto a un manantial |
El azor (Accipiter gentilis) es un
reproductor habitual, en los tres últimos años ha ocupado el mismo nido en la
horquilla principal de un chopo (Populus alba), en una zona frondosa
junto a un riachuelo. No es infrecuente verle remontándose sobre el valle. Muy
común, el busardo ratonero (Buteo buteo) también es nidificante. Este
año (2012) una pareja ocupó un nido sobre pino (Pinus pinea) muy cerca del de azor. Más atención hay que
prestar para avistar al halcón peregrino (Falco peregrinus) al que hemos
visto este verano realizando picados
sobre una potencial presa, sin fortuna en esta ocasión, en una ladera en el
pago de Sobravíos, un vallejo que
alcanza el Bajoz por su margen izquierda. La aguililla calzada (Aquila
pennata) es la rapaz que con mayor frecuencia observamos planeando sobre
pinares y encinares, utilizando estas masas forestales para ubicar el nido. Al
alcotán europeo (Falco subbuteo) lo hemos visto un caluroso día de julio en los
alrededores del embalse de La Espina, remontándose con un ave en las garras.
Otro lugar donde le observamos, hace ya algún tiempo, es en Sobravíos, y
siempre en zonas con abundante arbolado. En cualquier caso, se trata de una
especie con la que hemos tenido pocos encuentros, y no nos atrevemos a
aventurar su grado de presencia. En cultivos y rastrojeras encontramos al
aguilucho cenizo (Circus cyaneus), estival, y en el embalse al aguilucho
lagunero occidental (Circus aeruginosus), sedentario e invernante
regular. Ocasionalmente se detecta algún ejemplar de águila imperial ibérica (Aquila
adalberti) volando en altura sobre
el valle. Con mayor frecuencia se ve el paso de buitres leonados (Gyps
fulvus), incluso hemos visto en alguna ocasión algún ejemplar posado sobre
los pinos de la ladera del valle, muy cerca de la carretera que lo recorre. El
milano negro (Milvus migrans), rapaz oportunista común en las tierras de
la meseta, aquí tampoco es una excepción.
Verdecillo (Serinus
serinus), jilguero (Carduelis carduelis), verderón común (Carduelis
chloris) y pardillo común (Carduelis cannabina), son los fringílidos
más abundantes, encontrándoseles en casi todos los lugares. El discreto
escribano soteño (Emberiza cirlus) puede pasar desapercibido y
seguramente abunde más de lo que parece,
hay que prestar atención a su canto o reclamo para detectarle. Más
notorio se muestra el triguero (Miliaria calandra), que al final del
verano va formando grupos numerosos que recorrerán los campos durante el
invierno.
La curruca
capirotada (Sylvia atricapilla) y la carrasqueña (Sylvia cantillans)
nos parecen los silvidos más abundantes. La primera, más ligada a las zonas
frondosas y húmedas del fondo del valle, la segunda parece preferir los páramos
poblados de encina y quejigo. Otro silvido, el zarcero común (Hippolais
polyglotta), es muy frecuente en zarzas y arbustos de lindes y pinares. Pinares,
encinares y quejigares constituyen el hábitat propicio para el también
abundante mosquitero papialbo (Phylloscopus bonelli), pudiendo verse al
final del verano numerosos grupos familiares de esta ave.
Los lugares
con densa cobertura arbustiva (endrinos, majuelos, zarzas, etc.) dan cobijo a
especies como petirrojo europeo (Erithacus rubecula), chochín común (Troglodytes
troglodytes), ruiseñor común (Luscinia megarhynchos) y reyezuelo
listado (Regulus ignicapilla).
Terrenos
abiertos, cultivos y viejas construcciones, como pozos de riego o casetas en
ruinas, concentran a gorriones comunes (
Passer domesticus) y molineros (
Passer
montanus) en grupos más o menos numerosos, en los que parecen más
abundantes estos últimos. A ellos se les une también el gorrión chillón (
Petronia
petronia) y el estornino negro (
Sturnus unicolor).
Passeriformes forestales como el carbonero
común (Parus major), el herrerillo común (Cyanistes caeruleus) y
el mito común (Aegithalus caudatus), son frecuentes en pinares y
encinares pero también ocupan el soto junto al río. La alondra totovía (Lullula
arborea) es un ave común y fácil de observar y de oír en los claros de
encinares y pinares de los páramos. Ya avanzado el verano, se la puede ver en rastrojos y barbechos.
La abundancia de la paloma torcaz (Columba
palumbus) contrasta con la escasa presencia de la tórtola europea (Streptopelia
turtur). Se ve alguna tórtola en el fondo del valle, junto al río; se
escucha el arrullo que emite oculta en los árboles que crecen en galería a lo
largo del cauce, y a veces se la observa posada en los tendidos eléctricos,
pero parece un ave con pocos efectivos
en la zona, aunque si debe de ser reproductora. Otra especie migradora
transahariana, la oropéndola (Oriolus oriolus), se puede encontrar en el
arbolado que escolta al río en su recorrido (Populus, Ulmus, Salíx,
etc.).
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Talud con nidos de abejaruco |
Los
abejarucos europeos (
Merops apiaster) anidan en una pequeña colonia
ubicada en un talud próximo al embalse. Forman grupos bastante gárrulos y de
cierta entidad a finales de agosto, cuando se les puede ver cazando insectos a
poca altura sobre el suelo.
Durante la
primavera se oye con frecuencia el monótono canto del cuco común (Cuculus
canorus) y el tamborileo del pico picapinos (Dendrocopos major). La
abubilla (Upupa epops) también es un ave muy frecuente, y su canto, machaconamente repetido, es una
de las notas más características de la primavera. La corneja negra (Corvus
corone) y el cuervo (Corvus corax) son los córvidos con mayor presencia.
La urraca (Pica pica) parece más escasa. El alcaudón común (Lanius
senator) es un reproductor común, y su paso otoñal debe de ser notorio,
pues a partir de agosto se ven muchos juveniles por esta y otras zonas próximas
al área que nos ocupa. Otro pájaro abundante en el paso otoñal es el papamoscas
cerrojillo (Ficedula hypoleuca). Algún papamoscas gris (Muscicapa
striata) puede ser visto durante el mes de julio, quizá como reproductor.
La collalba gris (Oenanthe oenanthe), escasa en toda la región, si
comparamos sobre todo con algunas décadas atrás, se encuentra en los páramos,
pero nos atrevemos a decir que con pocas parejas reproductoras. Otra especie en
franco declive también, es el mochuelo europeo (Athene noctua), otrora
ave muy común en la campiña ahora, en cambio, se ven muy pocos individuos. En
la campiña que ocupa el fondo del valle podemos encontrar tarabilla común (Saxicola
torquatus), colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros), perdiz roja (Alectoris
rufa), cernícalo vulgar (Falco tinnunculus), avión común (Delichon
urbicum), golondrina común (Hirundo rustica), Vencejo común (Apus
apus), etc.
En el embalse
de la Espina, pueden observarse durante todo el año especies como gallineta
común (Gallinula chloropus), Focha común (Fulica atra), ánade azulón
(Anas platyrhynchos), garza real (Ardea cinerea) y aguilucho lagunero
occidental (Circus aeruginosus), este último también ve incrementado su
número en invierno por la presencia de invernantes europeos. Otras aves de
hábitos más discretos como el avetorillo (Ixobrychus minutus) y el
rascón (Rallus aquaticus), pueden ser detectados en el paso primaveral
al oír su voz entre las eneas, e incluso dejarse ver al cruzar fugazmente la
lámina de agua de una orilla a otra en el caso del avetorillo.
Hola
ResponderEliminarla planta por la que preguntas en aveforum parece Lonicera etrusca (madreselva).
Un saludo,
José Luis