Los Asientos, al fondo el embalse de La Maliciosa
El día 11 de junio partimos desde el aparcamiento del Valle de la Barranca hacia la cima de la Maliciosa. Comenzamos cruzando el pequeño embalse de Navacerrada para salvar el río del mismo nombre y proseguimos por una senda marcada por hitos que, en principio, discurre todavía entre alguna vegetación, dejando pronto a la izquierda un denso pinar. En este tramo se dejan ver algunos zarceros comunes que emiten reclamos de alarma por nuestra cercana presencia, con la inquietud de sentir amenazada su puesta o pollada. El camino enseguida comienza a subir en dirección al Peñotillo, afloramiento rocoso que precede a la Maliciosa y que la oculta a nuestra vista. Según subimos vamos dejando atrás la vegetación arbórea y enseguida apenas encontramos vetigios de ésta en algún solitario árbol. En los herbazales que vamos atravesando salpicados de grandes rocas de granito, se ven y escuchan Escribanos montesinos atareados en alimentar a sus pollos, muchos con cebo en el pico. También se observan Acentores comunes, Tarabilla común y algún Arrendajo.
A la derecha, El Peñotillo. Embalse de Navacerrada al fondo.
Llegamos a la base del Peñotillo y lo bordeamos hasta dejarlo a nuestra izquierda. Ahora sí se nos presenta a la vista La Maliciosa, hasta ahora oculta tras el Peñotillo. Seguimos los hitos que nos indican el camino y acometemos la empinada subida hasta la Maliciosa por un terreno pedregoso y suelto. En estas laderas escuchamos el canto de algún Chochín (Troglodytes troglodytes), con cierta sorpresa pues no lo esperábamos. Acometemos los últimos metros y alcanzamos al fin la cima de la Maliciosa. En el cielo, la silueta de una Aguililla calzada. Un pequeño descanso en la cumbre y tres Buitres negros y uno leonado distraen por un momento nuestra atención.
Elegimos el camino de vuelta por el valle que se abre desde el Collado del Piornal, a mitad de camino entre La Maliciosa y la Bola del Mundo. Descendemos todo el camino acompañados por los cantarines saltos del Regajo del Pez, arroyo que desciende hasta La Barranca. Entre la maleza que crece al frescor del arroyo escuchamos y vemos currucas capirotadas y acentores. Más abajo, en los alrededores de la Fuente de la Campanilla, ya con denso arbolado, seguimos escuchándolas, y vemos también Chochín, Lavandera de cascada y Petirrojo con cuya presencia concluye nuestra ruta.
Descenso hacia el Valle de la Barranca
El Cancho Negro al fondo
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