martes, 8 de octubre de 2013

PARQUE LINEAL DEL MANZANARES, TRAMO I (MADRID, ESPAÑA)


El primer tramo del Parque Lineal del Manzanares  comienza en la zona de Legazpi y se dirige hacia el sur,  constituye una amplia zona verde con jardines, carril bici y paseos a ambos lados del río.
Su aspecto difiere del también sector urbano del Manzanares que, con el nombre de Madrid Río, comienza asimismo en Legazpi y cubre una distancia aproximada de 7 km. hacia el norte hasta llegar a la zona del  Puente de los Franceses.  Madrid Río es una zona verde lineal que sigue el trazado de la M-30, vía que por esta zona discurre soterrada. Aquí el río va completamente canalizado con una serie de compuertas  en diferentes puntos de su recorrido que regulan su caudal ofreciendo el conjunto un aspecto totalmente artificial. Una nota común es la proximidad de los edificios de uno y otro lado del río que reducen el parque a una estrecha banda verde.

Se puede acceder al tramo I del Parque Lineal del Manzanares tomando como punto de partida la plaza de Legazpi. Se coge la calle del maestro Arbós hasta llegar a una primera pasarela sobre el Manzanares y la M-30. Cruzar por aquí puede ser una opción pero continuamos adelante unos 300 m. hasta la próxima pasarela que encontraremos nada más pasar por debajo del puente de la vía del tren de cercanías. Esta es la pasarela del nudo sur, construida en 2011, así llegamos a la orilla derecha del río. 

Plaza de Legazpi y las instalaciones del antiguo matadero al fondo














La M-30 y ferrocarril de cercanías desde la pasarela del nudo sur














Tomamos un camino asfaltado habilitado para peatones y bicicletas y unos metros más allá pasamos sobre la avenida de Andalucía y llegamos al parque.

El río Manzanares tiene su nacimiento en la sierra de Guadarrama, en el Ventisquero de la Condesa, a los pies de la cima de la Maliciosa. Una placa en el suelo indica el punto kilométrico del Parque Lineal donde nos encontramos, La misma placa informa de la distancia a la que nos encontramos del nacimiento del río y el kilómetro al que corresponde este punto en el sendero de gran recorrido GR 124 con el que coincide este tramo. 



Placa con el punto kilométrico y otros datos

















Un poco antes, otra placa da más información referente al río indicando la distancia a la que nos encontramos de su desembocadura en el Jarama, lugar conocido como El Soto de las Juntas, cerca de la localidad de de Rivas-Vaciamadrid.












Al entrar en el parque, lo primero que se ve es una colina tapizada de verde en la que se encuentra la Plaza Verde, original anfiteatro con gradas de madera y césped.



La Plaza Verde


















Detalle de las gradas


















Vista de la Plaza Verde desde el Paseo de los Sentidos
















La Plaza Verde es el comienzo del Paseo de los Sentidos, paseo principal cubierto todo él por tablones de madera. A partir de aquí, una red de caminos flanqueados por pinos (Pinus pinea), tilos (Tilia spp.), árboles del amor (Cercis siliquastrum) y otras especies arbóreas y arbustivas ornamentales, se entrecruzan entorno al paseo principal. A cada lado del Paseo de los Sentidos encontramos un grupo de olivos (Olea europea) dispuestos en hileras como un pequeño y bien cuidado huerto. Entremezclados con aquellos, algunos alcornoques y encinas jóvenes.


Paseo de los Sentidos

















Fuentes en el Paseo de los Sentidos

















Árbol del amor (Cercis siliquastrum), hojas y las legumbres que constituyen sus frutos

La siguiente fotografía ofrece una perspectiva del pequeño huerto de olivos junto al Paseo de los Sentidos


Olivar
















Muy cerca de la Plaza verde se encuentra La Cascada, que no es más que el salto de agua de una presa en el río. En este lugar se pueden ver lavandera blanca (Motacilla alba) y lavandera cascadeña (Motacilla cinerea). Un grupo de éstas revolotean nerviosas entre las rocas del cauce protagonizando rápidas persecuciones. Alguna garceta común (Egretta garzetta) puede ser sorprendida mientras busca alimento en estas aguas batidas. En las fotos siguientes, una vista de la presa y algunas tomas de lavanderas cascadeñas mientras realizan pequeños y continuos vuelos entre las rocas del cauce emitiendo constantemente su reclamo. 



La Cascada
Las lavanderas cascadeñas hacen honor a su nombre y tienen querencia por los tramos de río con aguas rápidas. Muchas veces se las ve desafiar a la fuerte corriente y aproximarse tanto al agua que incluso llegan a picotear algo en ella. 

Lavandera cascadeña o de cascada (Motacilla cinerea

Paran poco estas pequeñas aves en el lugar donde se posan, enseguida reanudan el vuelo a otro posadero o emprenden rápidas persecuciones entre ellas, acompañando siempre sus idas y venidas con sus trinos.

Lavandera cascadeña


Lavandera cascadeña

En esta foto se aprecia el color del manto y del obispillo de una de las lavanderas en un momento de reposo que empleó el ave para acicalar y arreglar su plumaje. En la imagen siguiente, el mismo pájaro a punto de reanudar el vuelo.

Lavandera cascadeña


Lavandera cascadeña
















Junto al paseo lateral del parque se levanta una pérgola que llega hasta un pequeño espacio conocido como el parque Bellvedere. Este parque se asienta unos metros por encima del nivel del río y está rodeado por un talud cubierto de madreselvas (Lonicera spp.). Este género comprende varias especies trepadoras con flores aromáticas, algunas de ellas utilizadas en jardinería para formar setos o cubrir superficies como es el caso.



Flores de madreselva




















 Por toda esta zona son habituales passeriformes como el herrerillo común (Cyanistes caeruleus), el carbonero común (Parus major), mirlo común (Turdus merula) y carbonero garrapinos (Periparus ater) todos ellos de la familia de los páridos. También puede verse, a veces se le oye antes que verle o simplemente se le oye, al agateador europeo (Certhia brachydactyla), sobre todo en el arbolado de la orilla del río.


Carbonero común (Parus major)

















En las dos fotografías siguientes un mirlo común (Turdus merula) en la copa de un árbol en el parque Bellvedere.


Mirlo común (Turdus merula)

















Mirlo común















Vista del Parque Bellvedere














Paseo lateral y pérgola
Parque Bellvedere






























Al paseo lateral se accede desde la calle por varias puertas como la de la siguiente imagen. Estas puertas permanecen cerradas durante la noche.



Una de las puertas de acceso desde la calle Camino de Perales.

















En la periferia del parque, en los lindes con la autovía y en los espacios que quedan entre las carreteras, viven algunos conejos (Oryctolagus cuniculus) que parecen bien adaptados a este hábitat fragmentado por las infraestructura viarias, incluso ajenos al fragor del intenso tráfico urbano.


Conejo (Oryctolagus cuniculus)




















Pequeños espacios entre carreteras


















Conejos junto a una madriguera en un terraplen de la autovía

















Conforme se deja atrás la ciudad el parque se ensancha alcanzando mayor amplitud. Aparecen lomas o colinas cubiertas de césped con buenas vistas de la capital. Una extraña escultura llama la atención del paseante: la Cabeza de Ariadna, que se yergue el dominante sobre una de las dos colinas, la Atalaya Norte. Ambas colinas se construyeron sobre antiguas escombreras. El parque fue diseñado por el equipo de arquitectos de Ricardo Bofill, por esta razón  también se le conoce como el Parque Bofill.


Panorámica del Parque Lineal del Manzanares, al fondo, la ciudad de Madrid
















La Colina Norte con la llamativa Cabeza de Ariadna.














Otra vista del parque desde la Colina Sur














Cruzar de una orilla a otra del Manzanares es fácil a través de los numerosos puentes que encontramos a lo largo del recorrido. Así, el río no representa en ningún momento un obstáculo a nuestra marcha y podemos movernos por todo el parque con entera libertad.


Puente sobre el río














Otro de los puentes que se encuentran durante el recorrido














Una sencilla pero llamativa estructura de madera se levanta en medio del Paseo de los Sentidos.

La estructura alberga en su interior unas palmeras y matas de bambú














Detalle de la estructura














Olivos y cipreses confieren un aspecto mediterráneo a esta parte del parque














Junto al Paseo de los Sentidos, el pequeño olivar al que nos hemos referido antes acoge a grupos de gorriones molineros (Passer montanus) que se desplazan entre los olivos mezclados con gorriones comunes (Passer domesticus)  


Olivos (Olea europea)













Aceitunas














Los estorninos negros forman desconfiados grupos que recorren el pequeño olivar buscando en el suelo todo aquello que les sirva de alimento, evitando a cualquier observador que se aproxime demasiado.

Estornino negro (Sturnus unicolor)














Estornino negro














Juvenil de estornino negro















La Atalaya Norte con la Cabeza de Ariadna















Vista desde el mirador de La Atalaya














Entre las dos colinas, la Atalaya Norte y la Sur, se encuentra La Pradera, una gran superficie cubierta de césped. A un lado de La Pradera El Estanque, bordeado por palmeras y otros árboles.

Pradera de césped, al fondo la Colina Sur















El Estanque sin agua














El Estanque, al fondo la Atalaya Sur














Nos acercamos ahora al río, a lo largo de su recorrido crecen cierta variedad de especies vegetales y no todas autóctonas. Entre las que podemos considerar como especies propias del lugar destacan olmos (Ulmus minor), álamos blancos (Populus alba), álamos negros (Populus nigra), sauces (Salix spp.), tarajes (Tamarix spp.), higueras (Ficus carica), almez (Celtis australis), majuelo (Crataegus monogyna), etc. Entremezcladas con aquellas encontramos castaño de indias (Aesculus hippocastanum), arce (Acer spp.), ailanto (Ailanthus altissima), etc. El río en su avance adquiere un aspecto cada vez más natural y sus orillas van poblándose de la característica vegetación riparia (Tipha, Phragmites, etc.).


Hojas y frutos de ailanto (Ailanthus altissima)















Río Manzanares



























Un aspecto de la vegetación de ribera














Presentado el entorno, vamos a ver algunas de las especies observables a final del verano en este parque dentro aún del área de influencia de la capital.


No es raro encontrar algún ejemplar de garceta común (Egretta garzetta). La de la imagen siguiente descansaba en la orilla del río y posó así de confiada para la foto. Pulsando aquí puede verse un vídeo de una garceta en activa búsqueda de alimento.


Garceta común (Egretta garzetta)














A continuación tres instantáneas de una garceta pescando junto a la presa de la Cascada.









































En las imágenes siguientes dos instantáneas del ave dedicada al arreglo del plumaje.














Garceta grande en una curiosa postura arreglándose el plumaje













Garceta (Egretta garzetta) posada en un sauce (Salix spp.)














Otra ardeida, también fácil de ver, es la garza real (Ardea cinerea) que puede observarse con relativa facilidad en vuelo siguiendo el trazado del río o, como en la ocasión que se muestra en la fotografía siguiente, posada en el mismo cauce del Manzanares.


Garza real (Ardea cinerea) alerta al advertir nuestra presencia















Garza real (Ardea cinerea)














El parque ofrece frescos y sombríos caminos por los que pasear y  observar las distintas especies de aves. Un buen ejemplo es el que se muestra en la imagen.

Paseo en la margen derecha del río Manzanares














Es muy frecuente escuchar el estrepitoso reclamo del cetia ruiseñor o ruiseñor bastardo (Cettia cetti) que lanza oculto desde  la vegetación de la orilla del río, y cuya intensidad no parece estar en proporción con el tamaño del ave; otras veces se le oye entre las ramas de algún arbusto al borde del camino algo más alejado de las riberas. Tímido, esquivo y difícil de ver, se muestra alguna vez al descubierto haciendo gala de un inusitado arrojo. Al ejemplar de la imagen siguiente le sorprendimos en uno de esos particulares momentos. 

Cetia ruiseñor (Cettia cetti)














El taray (Tamarix spp.) es otro de los arbustos que crecen junto a caminos y entremezclado con otras especies vegetales en las orillas del río.

Taray (Tamarix gallica). Especie muy frecuente en las riberas del río














Paloma torcaz (Columba palumbus) bebiendo en el cauce del río














La paloma torcaz (Columba palumbus) es un especie común de la avifauna urbana. Aún más numerosa al final del verano por formar nutridos grupos. En la imagen inferior una torcaz sobre las ramas de un sauce (Salix spp.), en la de arriba, bebiendo en el río.

Paloma torcaz (Columba palumbus)














En la fotografía siguiente tomada hace unos días, a primeros de octubre, se ve una torcaz joven de primer año calendario (nacida la pasada primavera). Se distingue por la ausencia de la llamativa marca blanca que las aves adultas poseen a cada lado del cuello. Comparar con una de las fotos anteriores en la que se ve un adulto bebiendo en el río, o con la imagen sobre estas líneas.

Joven torcaz comiendo en el suelo bajo unos olivos (Olea europea)














En septiembre son abundantes los papamoscas cerrojillos (Ficedula hypoleuca) en migración postnupcial. Este pequeño pájaro insectívoro aprovecha cualquier lugar destacado desde el que avalanzarse sobre los pequeños insectos que constituyen su dieta, y que servirán para incrementar las reservas de grasa corporal que su metabolismo convertirá en la energía necesaria durante el viaje a sus cuarteles de invierno.


Cerrojillo sobre un cardo usado como atalaya para localizar sus presas














Papamoscas cerrojillo (Ficedula hypoleuca)














Papamoscas cerrojillo (Ficedula hypoleuca), abundante durante el paso otoñal














Un vistoso migrador transahariano del orden Coraciiformes es el abejaruco (Merops apiaster), emparentado con otras aves del mismo orden e igual de vistosas, pero de diferentes familias como la carraca europea (Coracias garrulus), muy escasa, y el martín pescador (Alcedo atthis). A finales del verano es fácil observar y oír bandos de esta ave que durante su viaje hacia el sur hacen escala en lugares como éste, propicios para descansar y tomar fuerzas a fin de continuar su largo periplo al África subsahariana. En la siguiente foto un abejaruco sobre unas ramas secas.

Abejaruco (Merops apiaster)














Río Manzanares














Este tramo del Parque Lineal del Manzanares contiene una numerosa población de gallinetas (Gallinula chloropus)

Gallineta joven (Gallinula chloropus)














El mismo ejemplar picoteando hojas de bardana menor (Xanthium strumarium)















Gallineta adulta














Otra gallineta joven














La anátida más común en el parque es el ánade azulón (Anas platyrhynchos). En septiembre se ven los machos cambiando el plumaje de eclipse por el definitivo, el que lucirán durante el invierno y la próxima primavera.


Macho de ánade azulón (Anas platyrhynchos) mudando














Ánade azulón en el Estanque














El ave más típica y frecuente de cualquier zona ajardinada es seguramente el mirlo común (Turdus merula), también lo es en el Parque Líneal dejándose ver en cualquier parte del mismo: en los céspedes, al abrigo del soto fluvial, etc. Es fácil observarlos bebiendo en los charcos que se forman junto a las fuentes como el de la imagen que se muestra a continuación.

Mirlo en el  desagüe de una fuente














Mirlo común (Turdus merula)















Lavandera blanca (Motacilla alba)
















Tampoco falta, como en casi ningún parque de Madrid, la cotorra argentina (Myiopsita monachus), especie exótica introducida.

Cotorra argentina (Myiopsita monachus)


















Grupo de cotorras














Entre los reptiles debe de ser frecuente la culebra viperina (Natrix maura) como la de las siguientes imágenes que permanece al sol sobre una roca en la orilla del Manzanares.

Culebra viperina (Natrix maura)















Detalle de las escamas carenadas y la cabeza














La urraca (Pica pica) es prácticamente el único córvido presente en el parque, se la encuentra en cualquier sitio y sus graznidos acompañan siempre en algún momento al visitante.


Urraca (Pica pica)














Pequeños bandos de verdecillos (Serinus serinus) se mueven estos días de septiembre entre los olivos junto al Paseo de los Sentidos y en otros puntos del parque. 















 La fotografía siguiente muestra uno de estos fringílidos en las ramas de un olivo.


Verdecillo (Serinus serinus)














Verdecillo buscando semillas entre el cesped  de las gradas de la Plaza Verde














Otro passeriforme común es el gorrión molinero (Passer montanus), junto con el gorrión común (Passer domesticus) se asocia con frecuencia con verdecillos y forma bandos mixtos con ellos y con verderones comunes (Carduelis chloris).


Gorrión molinero (Passer montanus)














Gorrión común (Passer domesticus)














En las cuatro imágenes siguientes aparece un juvenil de pito real (Picus viridis) sorprendido mientras come, seguramente en un hormiguero. El pito real es el pícido más abundante y su voz a modo de relincho es un sonido frecuente en el parque.


Pito real (Picus viridis)














Pito real (Picus viridis)








































Tórtola turca (Streptopelia decaocto)














La abubilla (Upupa epops) de la siguiente fotografía fue sorprendida en otro rincón de este espacio verde, el parque Bellvedere.


Abubilla (Upupa epops)














También en el parque Bellvedere sorprendimos a este mosquitero musical (Phylloscopus trochilus)  mientras se movía nervioso entre las ramas de un chopo (Populus nigra). Es muy notoria la presencia de este pájaro a finales de septiembre y principios de octubre.

Mosquitero musical (Phylloscopus trochilus)














El petirrojo europeo (Erithaculus rubecula) también es un pájaro fácil de ver y escuchar en casi cualquier parte del parque, frecuentando sotos y jardines; notamos una mayor presencia de este pequeño túrdido en los primeros días de octubre. Las imágenes siguientes fueron tomadas poco después del amanecer, aún con poca luz, en el soto del río.


Petirrojo europeo (Erithacus rubecula)















Petirrojo europeo














Petirrojo europeo














Un mosquitero musical (Phylloscopus trochilus) se mueve inquieto entre las ramas de un olmo (Ulmus spp.) mientras, en las cercanías, un grupo de mitos (Aegithalos caudatus) recorre el arbolado de ribera acompañando sus movimientos con su típico siseo.

Mosquitero musical (Phylloscopus trochilus)














Mitos (Aegithalos caudatus)














Mito














Un mito apenas se deja ver entre el ramaje














A continuación, dos imágenes de un carbonero garrapinos (Periparus ater) sorprendido mientras intenta abrir una semilla apoyándola en el hueco de una rama. El ave queda algo tapada por las hojas, especialmente en la segunda instantánea. En la primera fotografía, si nos fijamos con atención se ve parte de la semilla que sujeta contra el tronco. Puede tratarse de una semilla de ciprés pues el pájaro iba y venía de unos cipreses muy próximos al árbol que aparece en las fotos.


Carbonero garrapinos (Periparus ater)

Carbonero garrapinos














Al inicio del otoño comienzan a verse los primeros cormoranes grandes  (Phalacrocorax carbo) que irán aumentando en número hasta alcanzar una importante población invernante  en Madrid Río. En la foto un bonito ejemplar adulto. Algo parecido ocurre con la gaviota sombría (Larus fuscus) cuya presencia se irá haciendo notoria conforme avance el otoño.

Cormorán grande (Phalacrocorax carbo)















Gaviota sombría (Larus fuscus)














En la margen izquierda del río algunos espacios se ocupan con palmitos (Chamaerops humilis) y bambúes (Phyllostachys aurea) rodeados con algunos pies de carpe (Carpinus betulus). Además, se encuentran ejemplares aislados de otras especies como el eucalipto (Eucalyptus globulus).


En primer plano, palmitos (Chamaerops humilis), al fondo bambú (Phyllostachys aurea)














Hojas de carpe (Carpinus betulus)














Fruto de carpe














Eucalipto (Eucalyptus globulus)





















2 comentarios:

  1. Genial! Ahora ya sabré identificar al menos algunos de los pajaros que veo cerca del manzanares!

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